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Todos hemos oído a personas hablar sobre la armonización de alimentos y vinos y la importancia de esto en la experiencia gastronómica; quizás la más famosa es que el vino tinto combina con la carne y el vino blanco con el pescado y el pollo. Pero, ¿por qué es eso? Si alguna vez te has preguntado por qué la armonización de alimentos y vinos es importante y cómo hacerlo, este artículo es para ti.
A cualquier precio, las bebidas alcohólicas ayudan a realzar la experiencia de la cena: la comida y el vino pueden complementarse y mejorar el sabor de cada uno, haciéndolos mejores cuando se prueban juntos. Las combinaciones de alimentos y vinos son extremadamente subjetivas y dependen de los gustos personales de cada persona. Hoy en día, con la amplia variedad de vinos que existen (especialmente en Sudáfrica con sus numerosas bodegas), la regla ancestral de vino tinto-carne y vino blanco-pescado se ha vuelto un poco más complicada.
Sin embargo, hay algunas reglas doradas que deben tenerse en cuenta al hacer la combinación. El aspecto más importante de la armonización de alimentos y vinos es el equilibrio. Una forma de lograr esto es centrándose en el sabor. La comida y el vino pueden complementarse de varias maneras: perfiles de sabor similares en la comida y el vino pueden resaltar lo mejor de cada uno, mientras que perfiles de sabor contrastantes pueden hacer lo mismo. El objetivo final es la sinergia, crear un nuevo sabor y experiencia que si los dos elementos se consumieran por separado. Una buena regla general a recordar es que un elemento no debe dominar al otro; la comida y el vino están ahí para complementarse mutuamente.
Otros elementos importantes a considerar en relación a la comida son la acidez, el peso y la textura del vino. Si hay una salsa en la comida, combina el vino con la salsa. Si no hay salsa, entonces el vino debe emparejarse con la proteína. Aquí, el peso de la comida debe coincidir con el peso o ‘cuerpo’ del vino. Otra buena combinación podría provenir de igualar ubicaciones geográficas: si la comida es de origen local, tal vez intenta un vino local que combine con la comida. Esto puede no ser perfecto, pero en muchas áreas, la comida y el vino se han desarrollado juntos a lo largo de la historia, destinados a ser probados juntos.
Cuando se tiene en cuenta todo esto, a veces algunos vinos tintos pueden combinarse con pescado, mientras que algunos vinos blancos pueden combinarse con carne roja. Por ejemplo, el pez ángel se adapta a un Cabernet, ya que a menudo se prepara con champiñones y vino tinto. Se deben evitar los vinos blancos con crianza al consumir pescado crudo, como sushi o nuestros poke bowls.
Con suficiente práctica y siendo aventurero, ¡puedes convertirte rápidamente en un maestro en la combinación de comida y vino! Si no estás seguro de qué vino u otra bebida combinará bien con tu comida, o viceversa, no dudes en preguntar a tu camarero. Ellos podrán ayudarte directamente o hablar con nuestro chef, quien podrá recomendarte algunas bebidas.
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